Equivocar-me
Atravieso el puente con los zapatos de la memoria
y la pierdo...
Pierdo la memoria y los zapatos.
Equivocar-me
Reinvindicar-me
Atravieso el puente con los zapatos de la memoria
y la pierdo...
Pierdo la voz y me convierto en silencio.
Alguna vez cuide hasta el aire que respirabas,
pero solo fui un minuto en tu tiempo.
Atravieso el puente con los zapatos de la memoria
y la pierdo...
Pierdo las fuerzas para seguirte y ya jamás regresé.
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Hay que poder ser uno mismo... y no dejarse llevar por los demás.
ResponderEliminarBesos!
El poder de la memoria, aun de la que parece perderse, es enorme.
ResponderEliminarRecordar.. recordar... con coherencia... aunque sea malo, hacer tesoro de las vivencias es lo que nos habrá hecho ser vivos cuando muramos.
A veces nos colocamos los zapatos ajenos y lo mejor es perderlos antes de que estémos muy lejos como para devolverlos.
ResponderEliminarUn minuto de silencio es el que necesitamos dar.
Te mando un saludo, muy bonito post, aunque triste fué como lo percibí.
¡Yo se que tú nunca te equivocas Astuácas! No pierdas las fuerzas y sigue diciéndolo así de bonito.
ResponderEliminarSigue cruzando puentes y rememorando la desmemoria.
¡GUAPA!
Muchos besos
el aire, el tiempo, la memoria, la voz... vos.
ResponderEliminarTu, yo y todos nos hemos equivocado alguna vez haciendo una figura irreal del alguien que no merece ni una letra de nuestra memoria. Pero es el precio que debemos pagar para poder ahogarnos en el eterno minuto de indescriptible embriaguez.
ResponderEliminarlo siento lo mio son frases de dos palabras, en cuanto escribo mas, todo acaba perdiendo el sentido.
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ResponderEliminarluchar y desear libremente es lo que nos hace diferente...
ResponderEliminarbesos
Eso que "ya no regresa", que se va con ese alguien, creo que se deja de extrañar cuando se reconoce que sí tuvo su valía y que, aún ausente, la sigue teniendo.
ResponderEliminar¡Abrazo!
Atravesar puentes, equivocarse, reinvindicarse, perder los zapatos pero no la memoria, todo muy necesario para llegar a ser uno mismo. Hermoso texto que ha sido un placer leer.
ResponderEliminarSaludos
Ana
Eres maravillosa y extraordinaria, Natalia Astúa.
ResponderEliminarY por eso adoro cuanto escribes.
Vuelve!!!
ResponderEliminarAtravesados ciertos puentes, el ser humano experimenta ciertas transformaciones inesperadas, incluso deseadas.
ResponderEliminarBesos.
Tu memoria la tengo yo guardada, Natalia.
ResponderEliminarPero no te digo dónde. No vaya a ser que la vuelvas a perder junto con tus zapatos y te sientas obligada a caminar descalza.