pero emprendo el ahora,
vuelo donde no hace falta
un minuto, un segundo...
¿para qué sirven las horas?...
Viajo con rumbo,
y si me pierdo no importa,
ya retomaré el camino,
los sueños, la vida,
el viejo silencio, un nuevo destino.
Y connmigo llevo una maleta,
esa que no tiene precio,
quién la compra se equivoca,
yo la llevo en mi pecho.
Y en mi pecho se queda,
lo mejor de este momento,
una sonrisa les dejo...
ahora fluyo con el viento...
.
.
(Amigas, amigos... les dejo un fuerte y sentido abrazo, estaré sembrando vida en nuevos horizontes. Lamento no poder estar al 100 para visitar sus espacios, en cuanto mi tiempo y camino se estabilice estaré visitándolos como siempre, se les quiere un montón)
. .