
y me advierto de lo que puede ser o no...
Un nuevo aire revienta en mi rostro,
pero sonrío frágil ante adversidades,
a pesar de la oscuridad del invierno,
que sopla un puñado de palabras,
silentes dudas, temores,
todas vendidas al viento.
Pasará algún tiempo,
¿hacia dónde irá?...
y el eco del viento me responde...
a donde quieras tú...
.