- Mi grito en voz baja -
Murmuros, expresiones, sentires, pensares y silencios para compartir.
Un canto en febrero
En el mismo lugar
Just jump in
7 de febrero, 2020
Trazos archivados
Archivos impares por emparejar.
Recursos sueltos en su memoria.
Letras sin ningún apego, calma transitoria.
Por eso escribe.
Por eso canta.
Por eso baila.
Con cordura, con memoria, con impronta.
Nada que decir.
Todo que olvidar.
15 de enero, 2020
Ser
Ser una construcción contínua,
una mezcla de amarillos y azules,
un compás con su métrica.
Ser baile, ser sonrisa, ser aire.
5 de enero, 2020
Dato
Dato suelto de 2010
4 de diciembre, 2019
Violines
Violines, por no decir lágrimas...
¡Qué suenen!
Que invadan el aquí y el ahora,
que llenen con su melodía el silencio.
Que cada nota se lleve de mí el aire,
cada acorde mis memorias,
y el ritmo apresure las siguientes horas.
Fin.
Juana
¿Te hablé de Juana?
¿Te hablé de Juana hace unos meses?
¿Te hablé de Juana antes de irme o cuando llegué?
¿Te hablé de Juana antes o después?
Creo que a nadie le conté de Juana.
Solo al viento le hablé de Juana,
sabía que lo de Juana no iba pá´ ningún lado
así es que es mejor no hablar de Juana.
Y a Juana le conté de Juana... y ella sonrió.
Y Juana va y viene, va y viene.
Es un vaivén en mis pensamientos la tal Juana.
Y sabemos la una de la otra de vez en cuando... y ella allá y yo aquí.
Y lo cuento así... así como si no fuera, porque no fue.
Hoy amanecí pensando en Juana,
pero a Juana no le diré que hoy amanecí pensándola.
Juana ya sabe que me quedé y ella se fue,
pero no sin antes yo irme y ella quedarse.
Horas.
aquel que fue un minuto, un segundo, una ocasión.
Pequeño pedazo de tiempo.
Abismo.
Fruto.
Retazos de vos.
Equivocar-me
Atravieso el puente con los zapatos de la memoria
y la pierdo...
Pierdo la memoria y los zapatos.
Equivocar-me
Reinvindicar-me
Atravieso el puente con los zapatos de la memoria
y la pierdo...
Pierdo la voz y me convierto en silencio.
Alguna vez cuide hasta el aire que respirabas,
pero solo fui un minuto en tu tiempo.
Atravieso el puente con los zapatos de la memoria
y la pierdo...
Pierdo las fuerzas para seguirte y ya jamás regresé.
Bálsamo
Y entonces un día
el cielo se desnudó frente a sus ojos,
el sol le abrigó la piel,
y el viento robó para siempre sus lágrimas.
Del filo de sus labios brotó una sonrisa,
despertó su baile,
se escuchó su canto,
la tierra retumbó bajo sus pies.
La brisa -como cual bálsamo- sorprendió su rostro,
y el tiempo se hizo nada,
y la nada le robó el aire.
Y así... -envuelta en murmullos-
se entregó nuevamente al compás de la vida,
a la melodía de la respiración,
y al vaivén de sus intensos latidos.
Ticcc, ticcc, ticcc
Silencio en mi boca.
Dolor en la memoria.
Busqué y rebusqué y encontré.
1, 2, 3...
1, 2, 3...
1, 2, 3...
Media vuelta y:
te beso.
Busco tu aliento, rebusco en el tiempo,
encontré la verdad:
Tu presencia ausente.
Tu calidez fría.
Tu movimiento rígido.
Y tu pensamiento en cualquier otro lado menos conmigo.
¡Ticcc, ticcc, ticcc!
¡Ticcc, ticcc, ticcc!
¡Ticcc, ticcc, ticcc! -"Su intención ha fracasado - proceso fallido"
1, 2, 3...
Turquesa en el cielo.
.
Tiempo fuera
Tan violento el tiempo en espera y el destiempo,
Pared, vacío.
.
Árbol turquesa
Re-inventarse
Desconocerme
Pedacitos de ayer, y la memoria abusa de mi permiso. ......................................ç
Omitiste mi lado turquesa, y corriste hacia el otro sur.
Vos, la utopía
Día cero.
5: 40 am. Vuelve a sonar el despertador. Detengo el despertador.
5:50 am. Aún con los ojos cerrados mis pies caen al suelo.
6:00 am. Escojo la ropa a media luz, me baño, me mudo, me veo al espejo,
me perfumo, me pinto los ojos, alisto el bolso, las llaves y el "menudo".
6:30 am. Desayuno un emparedado de queso blanco.
6:40 am. Miro el reloj. Me lavo los dientes, vuelvo a perfumarme.
7:00 am. Salgo de casa, tomo el autobus.
8:00 am. Llego a la oficina y trabajo.
1:30 pm. Colapso y me llevan al hospital.
Seis horas después el médico dice: "No puede comer queso".
8:30pm. Regreso a mi casa y duermo.
Día 1.
Suena el despertador. Detengo el despertador.
Vuelve a sonar el despertador. Detengo el despertador.
Aún con los ojos cerrados mis pies caen al suelo. Escojo la ropa a media luz, me baño, me mudo, me veo al espejo, me perfumo, me pinto los ojos, alisto el bolso, las llaves y el "menudo".
Desayuno muy len-ta-men-te un emparedado doble de queso blanco
y disfruto el sabor en el paladar.
Miro el reloj y decido que hoy: ¡no iré a trabajar!
.